domingo, 20 de marzo de 2011

"Los 200 años del 95%" por Karla Bahamonde 4ºE Colegio Piamarta


Dos mil diez y todos leemos lo mismo.  Los doscientos años se respiran más cerca que nunca. Aquí es donde aflora el patriotismo en cada uno de nosotros, reconociéndonos como únicos e “irreparablemente” chilenos. Esta es la tónica de cada año al acercarnos al séptimo mes del calendario romano (de ahí su nombre, Septiembre). “Es momento de festejo, unión, reflexión y de proyección hacia el futuro”, dice la página web del bicentenario y, al parecer, nos lo tomamos bien en serio (sobre todo lo primero), haciendo de nuestras casas una fonda más para aprovechar los dos días de feriado adicionales de este año.

Ya desde hace unas semanas atrás caminando por Santiago comenzamos a ver cómo los niños salían poco a poco con sus volantines, aprovechando el clima y el viento tan característico de este mes, cómo las casas se van vistiendo de blanco, azul y rojo, y cómo se preparan los locales con sus guirnaldas, banderas y demases, cómo la gente se ve hasta más contenta, pensando en que se apronta el festejo. Pero no todos ven así este 18 de Septiembre, ya que también hemos visto (o al menos leído) muchas opiniones, muchas columnas en las que cada autor se pregunta “¿Qué estamos celebrando? ¿Acaso el Chile moderno, cada vez más lejos del país independiente que hace dos siglos nos regalaron los próceres de nuestra patria? Pues estamos mal, ya que sentimos un exceso de felicidad sobre una realidad que no nos toca a todos”.