viernes, 22 de octubre de 2010

"Celebrando 200 años" por Camilo Lucero 4ºA Colegio Piamarta



Qué satisfactorio y enorgullecedor debe ser el cumplir doscientos años de independencia, el poder tomar nuestras propias decisiones como país, el no tener que seguir acatando órdenes de alguien externo que no nos daba progreso en la sociedad, ya que solo los que vivían aquí en Chile sabían lo que era mejor para ellos. Ganamos nuestra libertad, la tan anhelada libertad por varios en esa época y otros no tanto, logramos despojarnos de las manos de una monarquía que realmente “estaba ni ahí” con nuestros derechos ciudadanos y humanos.

Pero… ¿qué tan libres e iguales socialmente llegamos a ser? ¿Y qué tanta independencia ganamos? Además ¿será correcta la fecha de celebración? Creo que celebrar el dieciocho de septiembre como día de independencia es lo mas inexacto, conformista y un tanto penoso, lo digo con todo el respeto a esta patria tan hermosa que me ha visto crecer, pero es que celebrar una “idea”, una junta donde se plantearon legalmente las ideas de oposición a la monarquía, una simple junta de vecinos, por que eso es lo que fue, una reunión con los siete vecinos mas notables de Santiago donde estaba Toro y Zambrano como presidente de la congregación, donde luego de esta junta comienza la patria vieja, hasta aquí vamos mejorando por lo menos ya tenemos claro el concepto de patria. ¿Pero se imaginan habernos quedado tan solo con eso? Tras la junta de gobierno aun se reconoce la soberanía de Fernando VII. La Real Audiencia de Santiago continuó dictando la justicia en nombre de la corona y los funcionarios del antiguo régimen (con milicos y todo) fueron confirmados en sus posiciones. Hasta reconocieron formalmente el Supremo Consejo de Regencia. Lo que logramos tras esta junta vecinal es que simplemente podíamos elegir un gobierno representativo que fuese de la confianza de la corona. Pero ¿y si la corona o mas bien el consejo de regencia no mascaba ni tragaba al gobierno representativo elegido? No quedaba mas remedio que elegir a alguien de la nobleza chilena, los cuales eran colonos que venían desde España, o sea, lo único que conseguimos fue un vocero que no tenía la camiseta con el pueblo o sus electores.



¿A qué voy con todo esto de nuestra historia? Es que celebramos, como dije en un principio, una pega incompleta, con la primera junta seguíamos con más de lo mismo. Si nosotros legalmente nos independizamos el 12 de Febrero de 1818… ¿entonces por qué celebramos antes de tiempo?

Al meditar y analizar lo recién planteado me doy cuenta que esto claramente debe ser un factor que hasta el día de hoy forma parte de nuestra idiosincrasia o identidad nacional. Al parecer nacimos con una visión ya tercermundista y conformista en la vida, porque la gran mayoría de las veces celebramos cosas a medias. Como por ejemplo: siempre he oído que tenemos la segunda canción nacional más linda del mundo, una cosa que es una gran mentira, ya que nunca se a echo un concurso o evaluación global de cada himno nacional y si se llegara a hacer tal evaluación nadie tendría la suficiente autoridad para decidir cuál sería la ganadora. Y el ejemplo más actual sobre el conformismo de los chilenos es el del mundial en Sudáfrica de este año, cuando la hinchada salió a las calles de gran parte de Santiago a celebrar que pasamos a segunda ronda. Está bien que la gente se alegre de que su equipo nacional haya estado entre los 16 mejores, pero no podí salir a celebrar con tanto furor una pérdida, si el equipo español nos ganó ese día, y menos podí llegar a nombrar a un jugador hijo ilustre de una ciudad y cambiarle el nombre a una calle por el nombre del chuteador, si el compadre estaba haciendo su trabajo. No quiero que piensen que soy un amargado o envidioso, solo pienso con la cabeza fría y es que creo que realmente para poder progresar y llegar a celebrar estos doscientos años, diciendo, en un discurso hecho por el presidente, que como vamos podemos llegar a ser un país desarrollado como Australia en 30 años más, por favor, eso no es ser optimista como algunos podrían llamarlo, es a mi parecer ser iluso, ya que si quieres ser un país desarrollado primero se tiene que invertir el dinero en la educación e invertir en centros de investigación de ciencias. Así lo hicieron Alemania y Japón después de la segunda guerra mundial y hoy en día son potencias mundiales. Por eso es que si seguimos así ni en 30, 50 ni siquiera para el tricentenario vamos a ser un país desarrollado, porque el gobierno en vez de invertir mayor parte de los fondos en la educación de los jóvenes anda comprando tanquecitos y avioncitos para jugar a los soldaditos.

Es por esto que hay tanto joven frustrado, que no sabe qué estudiar o que prefiere estudiar algo y después irse a otro país porque sabe que allá va a poder encontrar trabajo, igual le va a costar, pero podrá ejercer su carrera y será bien remunerado.

Volviendo a una de las preguntas principales, ¿qué tanta independencia ganamos? Pues déjenme decirles que simplemente tras el acta de independencia firmada por O`Higgins logramos tan solo nuestra autonomía política, nada más y nada menos que eso; o sea, ahora éramos enjuiciados por nuestras propias leyes, ejercíamos soberanía sobre nuestro territorio, elegíamos a nuestro representante (presidente), todos éramos libres y con derechos civiles y teníamos libertad de opinión. Pero no teníamos la independencia económica y menos cultural. ¿Por qué no teníamos independencia económica?

Por el hecho de que nacimos ahorcados, así es, ya que tras las batallas para lograr la independencia quedamos con una deuda externa con Inglaterra, ya que fueron ellos quienes nos sustentaban las armas y esta hermosa deuda nos obligó a dejar que llegasen con sus bancos para que luego de ser todos libres ellos mismos pudiesen prestarles dinero a cada chileno, para que el individuo luego comprase sus productos manufacturados.  Y lo peor de todo es que no tan solo tuvimos que dejar que trajeran los bancos, también tuvimos que privatizar los servicios básicos a nosotros mismos para poder pagar esta tan extenuante deuda. Y así fue como comenzaron a nacer las grandes empresas de agua, luz, gas, etc. Lo más paradójico de todo es que estamos cumpliendo doscientos años de emancipación de la corona y aun no logramos la independencia económica y es por el simple hecho de que el gobierno persiste en invertir en otras cosas en vez de educación. Parece un tema tan manoseado pero estoy seguro de que solo así se puede lograr un buen progreso.

En vez de vender el cobre o la celulosa como materia prima deberíamos manufacturarlos y vender papel, revistas, tinta, exportar los cables ya procesados, etc. Lamentablemente cuando trataron de nacionalizar el cobre un fuerte golpe dijo lo contrario.

Bueno y qué me queda decir sobre nuestra independencia cultural, si es cosa de ver el hoy en día, que todo lo de afuera es bueno y lo de acá es menospreciado, que en Europa no andan capeando horas laborales, que los niños y jóvenes realmente estudian en los colegios, no como los “flaites” de acá. Pero vuelvo a hacer hincapié a lo planteado sobre la educación. Para el que no sepa, en Europa, los alemanes, por ejemplo, a los pequeños desde 4º básico les hacen pruebas especiales cada cierto tiempo para poder ver cuál es su fuerte y su talento; entonces, ya en un cierto grado los separan en cursos electivos, por decirlo de algún modo, y los inducen en esa materia; entonces aprenden lo suyo, como en la universidad. Además que cada clase a esta altura tiene pizarras digitales y táctiles. ¿Se entiende mejor ahora a qué voy con inversión educacional? En la tele no están dando “Yingo” ni esos programas con mujeres de plástico ni hombres inflados; allá dan programas culturales en la televisión abierta y si uno quiere ver “Yingo” hay que pagar para tener ese canal. O sea, el gobierno te fomenta el querer aprender y saber, ser una persona culta para que después no te metan el dedo en la boca.

Así podría seguir comparando nuestra cultura con la occidental pero no es la idea, no quiero que se piense que soy un amador fanático de los europeos  y su cultura, porque amo mi tierra, pero me gustaría que se hicieran las cosas bien, a lo que quiero llegar realmente es que con toda la industrialización, globalización, automatización, etc. se tiende a entrar al juego de la aculturización. Pero lo triste es que estamos copiando lo mundano simplemente y no lo que realmente deberíamos estar siguiendo, o sea, en vez de aculturizarnos, nos estamos “enflaiteciendo”  y estamos cambiando costumbres propias por cosas de otros países. Lo mas fácil de notar son las modas juveniles, los otakus, claro ejemplo, cambian todo su estilo de vida y viven por los monitos. ¿Pero cuántos serán los que piensan en progresar como país y sentirse realmente orgulloso de vivir en estas tierras?

Lo más chistoso de todo es que para las fiestas patrias, y más ahora en el bicentenario, somos todos chilenos de corazón, todos tomando, todos felices porque vivimos acá en Chilito y la patria está de cumpleaños, se abren las fondas, ponemos cuecas, Tito Fernández, etc. ¿Pero por qué hacer todo eso solo por 3 ó 4 días si se podría hacer durante todo el mes o más aun durante todo el año? Y es que al parecer no estamos conformes con cómo están las cosas. Pero vuelvo a decir: nos dan pan y circo y somos todos chilenos y se nos hincha el pecho.

Siguiendo con una pregunta que me queda pendiente, ¿qué tan libres llegamos a ser y qué tan iguales socialmente? Pues bien, creo que el ideal de igualdad está pendiente aún. Incluso en la jurisdicción es algo visible. El caso más actual es el de los mapuches que están en huelga de hambre, que los quieren enjuiciar bajo acusaciones de terrorismo, lo cual es totalmente un abuso en contra de estos. Y en lo social claramente se aprecia que los de Plaza Italia hacia arriba siguen teniendo el poder suficiente para mover los hilos de nuestra política; el recuerdo más instantáneo es el del golpe de estado del año 1973 en donde las ideas de Allende para el país de nacionalizar algunas empresas pasaba a llevar a los adinerados.

Para finalizar, me gustaría recalcar que tenemos que hacer un cambio de mentalidad para poder progresar y tener una sociedad de igualdad, confort laboral y salud para todos los chilenos, ya que el sistema se cambia desde dentro. También copiar lo bueno de otras naciones y no lo malo, pero sin cambiar nuestras costumbres chilenas; la identidad es algo que nos diferencia de otros países. Si también tenemos cosas buenas, como por ejemplo la picardía, el sonreírle a las desgracias y volver a levantarnos mil veces, nuestra solidaridad con el prójimo; son cosas que nunca deberíamos cambiar. Y por favor, hago un llamado a los futuros presidentes para que no inviertan tanto en la milicia y lo hagan mas en la educación, o si no terminaremos igual de paranoicos que los gringos. El futuro de Chile está en la educación.

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