domingo, 3 de octubre de 2010

"Bicentenario... ¿tan luego?... y ¿a qué costo?" por Cristóbal Puentes 4ºC Colegio Piamarta








El día 12 de febrero de 1818 se firmó el acta de independencia que dicta que Chile es un país libre, o sea según esta fecha podemos comprobar que Chile recién tiene 192 años de país independiente. Entonces, ¿qué estamos celebrando?, ¿por qué se gastan tantos millones de pesos en una fiesta que todavía no llega?. A simple vista lo único que le importa a la gente solo es comer hasta inflarse, beber hasta más no poder, bailar hasta caer muertos y dejar de trabajar la mayor cantidad de días posibles.

Si la firma del acta de independencia fue un 12 de febrero, entonces ¿qué pasó el 18 de septiembre de 1810?. Fácil, la gente mas influyente del Chile de ese entonces se juntó para decidir que mantendrían el poder del rey de España durante su captura por los franceses; o sea, que no tenia nada que ver con la independencia en sí (quizás fue la primera vez que intentaban tomar una decisión sin el consentimiento del rey, pero aun así eso no va de la mano con la independencia en sí). Es más, para el día 12 de febrero de este año recuerdo específicamente que en la televisión dijeron que ese era el día de la firma de la Independencia de Chile, pero no fue algo que les haya tomado más de diez segundos en mencionar (y es más, fue al finalizar el noticiario, ni siquiera mostraron algún reportaje de esos que para el 18 de septiembre tienen a cada hora).

La gente común de este país (véase como común toda la gente que disfruta de las comidas, la música y el modo de vida de la mayoría del pueblo chileno; o sea, solo sigue a las masas, no tienen capacidad de generar una identidad propia ) no piensa en todo lo que se está gastando para celebrar algo que no saben lo que es, y en todo lo que el país en general está perdiendo; lo único que a la gente común le llama la atención es el “pan y el circo”; ya que el estado les da diversión al por mayor (la pequeña gigante, festivales por aquí y por allá, etc.), arreglan estadios (a uno en específico incluso lo llaman el Estadio Bicentenario), y así muchas cosas más, y con esto la gente “no sufre” (por lo menos psicológicamente, ya que económicamente el país sufre bastante).

Siempre he tenido la duda si la gente sabe lo que cuestan todas estas cosas que los hacen “felices”. Retomando el ejemplo anterior del show de la Pequeña Gigante, la gente común desconoce que se gastaron mas de 1103 millones de pesos en esto, que el balance final de Carabineros arrojó un total de 275 niños perdidos y un exceso de basura que requirió de una noche entera para ser retirada. La gente también desconoce que con el último decreto de los días feriados también para el comercio, se perderán cerca de 200 ó 300 millones de dólares (entre 100mil y 150mil millones de pesos). A ellos solo les interesa su bienestar personal, pero no se dan cuenta de que si su país en general no está bien, ellos por ende no deberían estar bien.

A veces incluso tiendo a pensar que la gente padece de Alzheimer. ¿Recordarán que este año Chile sufrió uno de los terremotos mas grandes en su historia? (es más, está dentro de los 10 terremotos más grandes en la historia mundial). ¿Tendrá claro la gente las pérdidas monetarias que esto trajo al país? Hay miles de personas que todavía no pueden recuperar su trabajo, su casa, y gente que nunca podrá recuperar sus familiares, pero dudo que dejen de celebrar. En cierto punto, esta celebración sirve para subirle el ánimo a la gente y darle cuatro días para que se relajen y disfruten de las bondades de la vida; pero dudo que esta gente no se dé cuenta de todas las cosas que pasan a su alrededor (no creo que sean todos tan ilusos como para pensar que el dinero del estado sale de los árboles, los cuales nunca se van a cortar, les tengo una noticia, puede que esos árboles estén en su primavera, pero en algún momento llegará el invierno y ahí no habrá ninguna pequeña gigante que los salve).

Otra duda que me cabe muy ampliamente es si la gente del gobierno tendrá claro con el tipo de gente está tratando: compran buses de muchos millones de pesos, hacen estadios lujosos. ¿Y cómo responde la gente? Rompiendo, rayando e incluso orinando en sus “juguetes” nuevos. Digo esto porque es posible hacer una analogía entre la gente común y un niño de entre tres y cuatro años: los papás (el estado) gastan mucho dinero comprando cosas que sus hijos (la gente) no sabrá ocupar o apreciar, cuando en vez de eso deberían preocuparse porque sus hijos entiendan lo que está pasando a su alrededor. O sea, con esta analogía cualquiera se puede dar cuenta que han pasado 192 años de país independiente y seguimos con un circulo vicioso, donde los de “clase alta” (que son en realidad los que siempre han sabido cómo funciona el mundo) manejan el mundo porque conocen todos los engranajes de estos juguetes; y la gente bajo ellos (económicamente y por desgracia también psicológicamente) se queda con la carcasa del juguete, lo encuentra bonito y para ellos funciona mágicamente (por ende lo toman como algo superior en lo que ellos no pueden meter sus manos y siguen encerrados en su círculo).

Viendo un lado medianamente positivo, hay un grupo de personas que gana con este tema del bicentenario, con toda la publicidad, ofertas y ayudas para la gente que se generan y que tienen el nombre de bicentenario entremedio; entre estos hay becas, bonos y fondos para proyectos. Esta gente es la que más ha ganado con toda esta parafernalia (la cual no me gusta). Solo por esa gente y por la que se siente mejor psicológicamente (solo por eso) apoyo todo esto de celebrar un “falso” bicentenario. 

Por último, creo que lo mejor para la gente sería darse una vuelta por la biblioteca (o incluso solo por Internet) para tener claro qué están celebrando y/o cuándo deberían celebrar realmente. Si vamos a celebrar algo, hay que celebrarlo con razón y sin la necesidad de gastar grandes sumas de dinero, también se pueden hacer buenas celebraciones pero al parecer para la gente común, el cómo lo pase va de la mano con el cuánto se gasta. Deberían tener claro que no todo depende del dinero. También deberían reflexionar lo que es ser un país libre sin problemas graves de índole política (ahora) y donde la gente puede vivir tranquila y pasear por las calles sin tener miedo a represiones físicas, donde se tiene una (medianamente) amplia libertad de expresión. Por esto y muchas cosas más…  ¡¡Viva Chile!! (con todos sus problemas).

1 comentario:

  1. me puse anónimo solo porque me da una paja tremenda hacer algo más esforzado haha...en fin,es verdad, la mayoría suele olvidarse del costo de las cosas, un costo más que monetario como en las consecuencias de sus decisiones. Volviendo al tema del ensayo cuando lo leí inmediatamente me acorde de como las personas pedían dinero en los bancos o casas comerciales para celebrar y esto se repite año tras año celebración tras celebración y no eran personas que en realidad podían pagarlo después sino que los más cagaos y también desesperados por gastarse hasta 200 lucas en copete,carne y apariencia.Con razón estamos tan cagados y todos en dicom :D

    C.R

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