Hemos visto este “eslogan” en protestas universitarias a favor de ciertos acontecimientos que han ocurrido este último tiempo en nuestro país. Pero que no se malentienda, no es un acto anárquico, es una denuncia masiva contra el Gobierno.
Acabamos de celebrar el bicentenario de nuestro país. Lo más probable es que algunos compatriotas sigan festejando el denominado “cumpleaños de la independencia de Chile”, y que otros estén recibiendo las consecuencias de tan magna celebración. De todas formas fuimos pocos los que no festejamos, no por una reacción de antipatriotismo, sino más bien porque estamos absortos en que no hay mucho que celebrar (Bicentenario de Chile, nada que celebrar).
El país está divido, como ya sabemos, en clases sociales, colores políticos, religiones, clubes deportivos, etnias, entre otros. Desarrollaré todas estas posturas más adelanté, pero me detendré en esta última para instruirlos en este tema que a muchos no les debe interesar, pero debería hacerlo, ya que son nuestros propios antepasados los que están involucrados.