Ad portas del bicentenario de nuestro país, en donde toda la nación se prepara para festejar un nuevo cumpleaños de nuestra patria, se han puesto en el tapete una serie de reconocimientos frente a las figuras más características de nuestro país. Se han buscado las comidas más representativas de nuestros 200 años de existencia. Algunos discuten entre las empanadas, el poroto con riendas, las cazuelas, etc. Al igual que con los personajes más importantes del desarrollo histórico de nuestro país: Bernardo O’Higgins, Arturo Prat, Manuel Rodríguez, etc. Pero, ¿cuántos de estos personajes históricos son mujeres? No hay. ¿Acaso se le ha dado la importancia necesaria a la figura de la mujer a través de la historia? , o ¿será que nuestras costumbres y actitudes machistas han hecho que la mujer siempre quedara por debajo de la figura masculina? Para enrolarse en un tema tan complejo como este hay que indagar en las raíces de este problema desde que nació nuestro gobierno hasta la actualidad.
Desde que nuestra nación se hizo independiente, la figura femenina nunca fue tomada en cuenta dentro de la sociedad. Siempre fue el hombre el que sustentaba el ingreso económico de la familia. La mujer solo se empleaba en los quehaceres del hogar y además de criar a sus hijos. No poseía ningún tipo de opinión dentro de la familia, donde pasaba desapercibida, y menos aun, dentro de la opinión pública o dentro de la política, donde el machismo fue una máxima que perduró durante un largo periodo de tiempo.
Es cosa de mirar el pasado de nuestro país y ver los distintos gobiernos que existen a lo largo de nuestra historia autónoma. Ninguno, hasta bien avanzado el siglo XX, incluía a una mujer dentro del gabinete de gobierno. Ni siquiera existían mujeres en cargos públicos más accesibles. Esto refleja de gran manera la concepción que existía con respecto a la figura femenina y su poder de “uso de la razón” que por lo demás, me atrevo a decir, es igual y en algunos casos superiores a las cualidades que puede tener la mente de un hombre de la misma índole.
Esta fue una constante histórica dentro de nuestro país hasta que a mediados del siglo XX recién la mujer fue adoptando un papel más protagónico en la política de un país. Durante esta fecha, específicamente en el año 1949, la mujer pudo optar al voto popular y poder elegir a sus representantes de gobierno. Desde ese momento en adelante le han sucedido una serie de vertiginosos cambios en torno a la mujer y las opciones que tienen de establecer una “igualdad” con los hombres.
A pesar de la adversidad, de igual forma existieron mujeres que destacaron dentro de la historia de Chile. Ya antes del centenario, existieron mujeres que participaron del ejército de nuestro país, como lo fue la Sargento Candelaria, quien participó de la batalla de Yungay en el momento en que Chile combatía contra las fuerzas peruana-bolivianas en la Guerra del Pacífico. Se preguntarán ¿cómo una mujer de esa naturaleza y en una época donde la discriminación era mucho más marcada pudo participar en un combate reservado solo para hombres? Así se demuestra que el apoyo femenino en ciertas ocasiones es más que necesario, y que pueden brindar el mismo tipo de apoyo que el que podría entregar un hombre.
De la misma forma existieron mujeres destacadas en diferentes ámbitos políticos y culturales: Gabriela Mistral, por ejemplo, fue una de las mejores escritoras latinoamericanas y premiada con el Premio Nobel de Literatura en el año 1945. Isabel Allende, gran escritora contemporánea y actualmente merecedora del Premio Nacional de Literatura (2010) .Una Miss Universo, que en el año 1987 recayó en la figura de la chilena Cecilia Bolocco, premio que todo un país celebró feliz y satisfecho. Y así podríamos seguir enumerando una larga lista de mujeres que a punta de valor y esfuerzo propio supieron superar la adversidad. Por eso no cabe mucha explicación sobre las capacidades que puede brindar una mujer en igualdad de condiciones. Los hechos hablan por sí solos.
Dado lo anterior, pensemos de la siguiente forma: ¿realmente las mujeres se encuentran en un peldaño más abajo que el de los hombres? Por lo menos yo no lo creo así, es más, pienso que en ciertas circunstancias la mujer tiene una visión muy diferente de las cosas. Una visión que en ciertas ocasiones se hace muy necesaria para llevar a cabo algún proyecto, más humana, no tan frívola como la de un hombre que no piensa dos veces las cosas, solo actúa.
A cualquier persona que se le pregunte sobre este tema dirá lo mismo. “Chile es un país demasiado machista que no sabe apreciar realmente el valor e importancia que puede tener una mujer dentro de la sociedad”. Realmente es así, no hay mucho que refutar. En nuestro país para una mujer se le es muy complejo acceder a las mismas oportunidades que tiene un hombre. Tomemos un caso muy particular, un hombre y una mujer, ambos con el mismo título y los mismos conocimientos académicos, nada podría diferenciarlos, excepto su sexo. El hombre siempre logrará ganar mucho más dinero que la mujer, a pesar de que ambos trabajen en las mismas condiciones, y que incluso, exista una mejor disponibilidad de ella para laborar.
Actualmente, esta visión de la mujer no ha cambiado mucho, pero en comparación con el pasado, poseen un paraíso de nuevas oportunidades que antes no tenían al alcance de la mano. Ahora la mujer posee mucha más participación política que antes, tiene más opciones de trabajar en los mismos cargos que posee un hombre y de esta misma manera, tienen la oportunidad de surgir dentro de la sociedad. Pueden participar de hechos que antes hubieran sido imposibles de acceder y que estaban reservados solo para nosotros: ahora pueden acceder a las fuerzas armadas (marina, ejército, aviación, etc.); también tienen la facultad de realizar diferentes disciplinas deportivas (fútbol, tenis, básquetbol, etc.) y una de los logros más importantes está en poder acceder a estudiar carreras universitarias de todo tipo (periodismo, ingenierías, etc.) y con esto poder participar de diferentes cargos públicos dentro de la política.
Tanto es así que hace un par de años, específicamente en el año 2006, ocurrió un suceso muy importante para la historia de Chile y el mundo, que situado en un contexto diferente y en otra época, hubiera sido una aberración y poco menos el fin del mundo dado de manera anticipada. Una mujer había llegado al poder, a la máxima manifestación de dominio sobre un país. Chile después de casi 200 años de existencia tiene una “presidente mujer”. Así Michelle Bachelet se convierte en la primera mujer en llegar al poder dentro de toda Latinoamérica. De esta manera se echan por la borda un sinnúmero de años de dominio masculino y machismo exacerbado, en donde la mujer no tenía más que cargos secundarios y relegados a funciones menores.
De esta manera queda demostrado que la mujer tiene las mismas facultades de llevar a cabo un cargo tan importante como este. Y más aun, hacerlo de la manera en que se realizó. Con esto se reflejan años y años de lucha para demostrar su eficiencia frente a todo tipo de situaciones, y de lo equivocado que se encontraba el país en su visión “machista” de la realidad a la cual estaban acostumbrados a vivir.
Iré más allá aun, evaluemos el gobierno de la ex presidenta Bachelet, así podremos darnos cuenta qué tan equivocados estábamos en cuanto al poder de mando y la forma en que puede realizar este tipo de labor una mujer. ¿Existe alguna diferencia? Es más, creo que todo el país terminó por aprobar de gran forma su gestión a lo largo de los cuatro años de gobierno. Incluso, ahora piden su vuelta a la casa de gobierno por su gran eficiencia como mandataria. Entonces, ¿es necesario decir que las mujer son “inferiores” a los hombres? Creo que con esto queda reflejado el error en que estaba toda la sociedad con respecto a la figura femenina (me incluyo dentro). A lo mejor así aprenderemos de una buena vez que los humanos somos todos iguales y tenemos las mismas condiciones para hacer todo tipo de actividades y de someternos a las diferentes pruebas que nos impone la vida.
También cabe destacar que, antes de que se desempeñara como presidenta de la republica, sufrió una serie de prejuicios muy típicos de nuestra época. Cuestionamientos “machistas” que no entendían cómo había sucedido algo como esto dentro de nuestro país. Pero me pregunto yo, ¿esos cuestionamientos van de la mano del machismo, o será pura y sana envidia? Cada quien sabrá responderse de la mejor forma, no hay mucho explicar, dado que las opiniones respecto de este tema son muy diferentes.
Como país muchos podrán decir, “hemos avanzado mucho en el tema de tolerancia de sexos y hemos disminuido la discriminación en contra de la mujer”. Pero, ¿será suficiente con lo que hemos progresado? o ¿será que creemos que con lo que hay basta? Dada la situación, es verdad que se ha avanzado progresivamente en esta materia, pero aun con lo que hay, es muy poco para hablar de “igualdad” entre hombres y mujeres. Todavía existe una muy marcada diferencia, sobretodo en el ámbito laboral, donde siguen discriminando a favor de los hombres. A pesar de todo esto, creo que se ha alcanzado la primera cúspide, el primer punto alto de tolerancia, que en tan solo veinte años se ha avanzado como nunca.
Por eso creo que de la mano del progreso y del uso de la razón dicha cima que se ha alcanzado es solo el primer paso, ya que podría ser superada muy prontamente y de manera holgada, en donde cada día que pasa se avanza a paso lento pero firme, en donde hay una lucha constante por desarraigar la discriminación de la sociedad y en donde todo el país pueda transformarse en uno solo ente. A lo mejor cuando el tricentenario esté cerca podríamos alcanzar dicho progreso, quién sabe. A lo mejor nuestros hijos o nietos puedan disfrutar que para el tricentenario exista un país más justo en donde la figura de la mujer esté a la par con la del hombre, y por qué no decir que dentro de unos 100 años más, quien nos dé el “Viva Chile” sea, precisamente, una mujer.
Excelente ensayo.
ResponderEliminarInteresante tu reflexion sobre el tema que vivimos hoy en dia.